Ella es mi mamá, al verla me lleno de admiración y recuerdo la fortaleza que siempre ha tenido para enfrentar las situaciones de la vida.

Una mujer entregada a su familia, de corazón bondadoso, llena de fe que ve a Dios manifestarse en la gloriosa naturaleza de nuestro país y en las personas que él le pone en su camino, apasionada por el senderismo y con una energía inagotable me recuerda la importancia de disfrutar cada pequeño momento.

Hoy quiero agradecerte profundamente por cada enseñanza que me has brindado, por el tiempo de calidad, sonrisas y por nunca dudar de mi potencial en todo momento, por eso y muchas cosas más, hoy te agradezco por ser mi mamá.